El Hércules resolvió su duelo ante el Villarreal con un empate a cero, en un partido hosco y complicado, donde el equipo de Pacheta no pudo imponer su fútbol ante un rival voluntarioso y con calidad. El grupo de Paco López se empleó a fondo para taponar el fútbol del Hércules, al que le faltó fluidez en la zona de creación. Aún así, las mejores ocasiones fueron claramente alicantinas. Juanma, a pase de Casares, y Portillo, en centro de Chechu, tuvieron en sus botas la oportunidad de cerrar la victoria.
Las múltiples bajas que arrastra el Hércules obligaron a Pacheta a revolucionar su once. Faltaron Adrià, Rafita y Lázaro, a quienes sustituyeron Juanma, Pardo y Fran González. El Hércules no cogió el pulso al partido, en buena parte por el trabajo del Villarreal B. Al equipo le faltó control y pase rápido, como confesó en la rueda de prensa posterior Pacheta. Se atascó en la salida de balón y tuvo que refugiarse en el hacer individual de sus jugadores. Bien Chechu y Peña por bandas y trabajo incansable de Adri Cuevas. El Villarreal intentó tapar la zona de máquinas del Hércules y presionó muy arriba, lo que obligó a los alicantinos a recular demasiado.
Hasta llegar a las oportunidades más claras del partido, el Hércules también amenazó con un par de jugadas a pelota parada. Tuvo el gol Pichu Atienza y, sobre todo, Fran González, en un remate picado de cabeza que se marchó por encima del travesaño. En los últimos minutos de la primera parte, el Hércules se entonó, espoleado por la afición, mientras que el Villarreal se diluía cuando llegaba al marco de Chema. En medio de este escenario complejo, llegó la magnífica oportunidad de Juanma. Javi Casares volvió a servir otra bandeja de gol a un compañero, pero el canterano del Hércules la tocó demasiado escorada y se marchó a la derecha de Aitor.
Pacheta, consciente de las dificultades planteadas por el filial del Villarreal, buscó virar el destino del partido y utilizó todo lo que tenía en el banquillo. Buscó en Miñano más control, más fútbol, en detrimento de Fran. El alicantino quiso la pelota y busco huecos, pero la presión del equipo de Paco López se mantuvo firme y fue difícil encontrarlos. También sentó a Casares para dar entrada a Fernando. De nuevo, el técnico burgalés jugó con dos delanteros. Y estuvo cerca de dar frutos. El trabajo incansable de Fernando propició una peligrosa jugada en el área visitante, pero no acabaron entendiéndose los delanteros blanquiazules para malbaratar otra ocasión. El Hércules no se rindió, lo intentó hasta el final, pero faltó el premio. A punto estuvo de llegar en una cabalgada de Chechu por la derecha que sirvió un balón de gol a Portillo. El portero del Villarreal desbarató la oportunidad tirando de reflejos para salvar una pelota que parecía dentro. A la desesperada, Pacheta introdujo también a Aitor como interior derecho por Juanma. El futbolista del Hércules cumplió, pero el cero a cero no se movió del marcador.
Empate del Hércules que le deja en la zona noble de la clasificación. En su debe, la falta de fluidez; en su haber, la solidez defensiva y el trabajo de grupo. Faltó el gol, y no fue por falta de ocasiones y de trabajo.