El Hércules cayó derrotado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, en un partido donde fue dominador  y mereció más. El equipo alicantino fue superior, aunque le faltó materializar las numerosas ocasiones de las que dispuso. El gol del Espanyol llegó al final de la segunda parte, en una jugada aislada, y con un gol en propia puerta de Rafita cuando luchaba por evitar el remate de Jairo. Minutos antes, el lateral mallorquín tuvo la oportunidad más clara en un buen remate que le detuvo Andrés, mientras que Fernando pudo ser objeto de penalti en un remate de cabeza al inicio de la segunda parte.

Manolo Herrero realizó cambios significativos en su once respecto al que venció al Cornellà. Entró Miñano por David González y Fernando por Portillo, buscando músculo y brega como punto de partida. La apuesta funcionó de inicio porque el Hércules saltó a la Ciudad Deportiva Dani Jarque con la intensidad que requería el duelo. Llegó primero con un disparo de Paco Peña, que forzó uno de los numerosos saques de esquina de los que dispuso en el primer acto. El Espanyol jugó sin concesiones, como era de esperar, y a pesar de que llegaba al partido con los deberes hechos esta temporada. Fue un rival bien plantado para un partido serio, duro por momentos, e igualado.
 
A medida que avanzó la primera parte, el Hércules se impuso en llegadas y en empuje. Tuvo el control del partido y no sufrió en exceso, desbordando por la banda de Chechu, y combinando desde la de Casares. Sin tener grandes ocasiones, sí acabó bien este tramo de partido con un cabezazo de Fernando y un disparo de Cuevas. También mención especial al trabajo de la línea defensiva, que controló a los rápidos delanteros locales. 
 
La segunda parte fue parecida a la primera, con empaque del Hércules y numerosas llegadas. Faltó la precisión en el último pase y también remates, aunque Fernando (que recibió un claro empujón), Miñano y Chechu tuvieron su oportunidad. La más clara llegaría en otra embestida herculana. Remató bien Portillo y el rechace le cayó a Rafita quien apareció para golpear la pelota y forzar la parada de Andrés. Y cuando el empate parecía en la mano llegó el gol del Espanyol B. Marcó el equipo catalán en la única llegada de la segunda parte y con la mala fortuna de que Rafita envió el balón a la red cuando Jairo estaba preparado para empujarlo. 
 
Mazazo para el Hércules, en un partido donde mereció más. Ahora debe esperar a los resultados que se den mañana en la jornada para saber si necesita vencer en los dos partidos que restan o todavía hay opciones de que entre en play off con menos puntos. En todo caso, sigue dependiendo de sí mismo.